Vamos con otro de esos conceptos que antes de la crisis muchos ni conocíamos. Aunque, en este caso, no se puede meter en el mismo saco que los anteriores. Mentiríamos si no reconociéramos que antes de que llegara la crisis, incluso con anterioridad a que la ciudadanía viera en los bancos (gran cantidad de veces con razón) a los verdaderos demonios que nos han llevado al infierno económico, muchos ya utilizaban la llamada banca ética.
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¿Y qué es eso de banca ética? La definición más correcta dice lo siguiente: “Es el conjunto de entidades intermediarias financieras cuya oferta de servicios no está condicionada exclusivamente al criterio de la rentabilidad-riesgo, sus servicios se basan en principios alternativos, de cooperación y sostenibles, son responsables gestionando el dinero de sus clientes y su estructura de gobierno está fundamentada en la participación cooperativa”.
A simple vista, y escudriñada la prolija definición, podríamos decir que lo lógico es que cualquier persona con algún tipo de conciencia social, y que esté harta de dejarse buena parte de su dinero en los bancos, debería apostar por la banca ética. Y lo anterior nos engloba a muchos españoles, así que lo normal es que casi todos nos pasáramos a la banca ética. Pero no es así, ¿por qué? Sobre todo porque la gente no se fía.
¿Cómo funciona la banca ética?
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En primer lugar hay que dejar claro que desde este blog no intentamos convencer a nadie de que se pase a la banca ética. Simplemente explicamos qué es y cómo funciona. Y lo hacemos extrayendo el texto, directamente y sin mediadores, de la web bancaetica.es.
Resumen así su funcionamiento: “Los proyectos de banca ética se basan en una gestión totalmente transparente, en fomentar una economía real, para fomentar beneficios medioambientales y generar servicios priorizando el comercio justo y la ayuda social entre otros. Los gestores de dicha banca analizan siguiendo rigurosos criterios sus carteras de inversión y solo conceden créditos bancarios a empresas o particulares que cumplan estos rigurosos criterios de sostenibilidad, beneficio social y medioambiental.
Ahora sois vosotros los que debéis elegir.
Rentabilidad de la banca ética
Nos cambiamos de lado. Si hasta ahora nos hemos situado en la posición del cliente, sentémonos ahora en la mesa del director de una entidad de banca ética. ¿Es rentable este negocio? A tenor de las cifras que se manejan en el banco ético por antonomasia de Europa, Triodos Bank, desde luego que sí. Es este el único banco de los que funcionan en España al que se le puede calificar de banca ética real.
